Dulce de Calabaza

La que nos concierne para esta receta posee varios nombres, por lo que es conocida a lo largo de Iberoamérica como calabaza de Castilla, amarilla, de cidra, grande, gigante, tamalayota, tonanera, redonda, o bien, como quinoa, quinua, zapallo o ahuyama. Pese a tal diversidad, algo sí tiene en común: se le considera el fruto más grande de la Tierra.


Aqui el "show" es partir en trozos la calabaza, pues por su tamaño y dureza de la cascara es un ardúo trabajo, pero bien vale la pena.



Con un cuchillo grande,liso y bien afilado se cortará más fácil.



Vamos a lavar perfectamente la cascara con agua y jabón, y despúes la secaremos con un paño limpio.



Partimos la calabaza en trozos grandes, que calculemos puedan caber comodamente en un plato de postre, como porción individual.



Hay personas que les gusta quitar las hebras y las semillas antes de poner a cocer la calabaza, y las guardan para después ponerlas a secar y utilizarlas como tal. Yo en lo personal, solo retiro algunas y las demás las dejo, pues tienen un sabor muy bueno ya cocidas y son muy saludables también.



En una olla muy grande, se colocan los trozos de calabaza y le pondremos aproximadamente un kilo de piloncillo**, ó miel de abeja, ó azucar, esto ya es cuestion de gustos . Yo como vengo de familia de apicultores, acostumbro a prepararla con miel, y solo le agrego dos, tres trozos de piloncillo.



Asi, con eso, basta para que empiece a prepararse a fuego lento la calabaza, y estaré lista una vez que observen que el jarabe que se hace con el jugo que suelta la calabaza y la miel , al calentarse, se haga espeso, y la calabaza esta perfectamente cocida.



Esperaremos a que se enfríe y la disfrutaremos acompañados de la familia y un rico vaso de leche fria.



Espero y disfruten este dulce tal como lo he disfrutado toda mi vida!

**En cuanto al piloncillo (panela), podemos decir que es un endulzante obscuro sin refinar, típico en todo México, que se obtiene durante del proceso de refinado del azúcar y se conserva en forma de conos truncos. Cada 100 gramos de dicho producto contiene poco más de 350 kilocalorías, pero también aporta cantidades importantes de potasio, sodio, calcio, hierro, vitamina C y B2.